Lamentablemente ha ocurrido lo que nuestro colectivo lleva meses alertando.
Y no hablo de medidas como las útlimas que tomó el concejal del área amenazando a los trabajadores de que si no se incorporaban a trabajar de inmediato, en cuanto tuviese la oportunidad serían despedidos.
O medidas como pretender que la policía local patrulle las playas y haga el trabajo de los socorristas.
O la de intentar adjudicar lo más rápido posible el servicio a la primera empresa que "pique" aunque para eso haya que rebajar el presupuesto hasta límites indignantes.
Eso son chapuzas y con las vidas humanas no vale la pena hacer chapuzas.
Y no intenten responsabilizar a los profesionales. Ellos han trabajado más de tres meses sin cobrar y sin los medios mínimos para desempeñar su trabajo. Unos se han visto obligados a renunciar a su trabajo para poder conseguir dinero de otra forma, otros no han podido aguantar la presión y han causado baja y otros se han acogido a un derecho tan básico como el de la huelga.
Mientras nuestras playas están vacías, Blas Acosta intenta convencer a la gente de que el ayuntamiento no puede hacer nada (si no puede él ya me dirán quien puede) aprovecha para echarle la culpa a todos menos a él. Primero a la empresa, luego a los trabajadores, luego a los sindicatos, después al juez. Ya sólo le queda culpar a Pedro Armas que está muy ocupado buscando parches para sacar a flote un barco que hace tiempo que se hundió.
Un hombre de 73 años falleció por ahogamiento en Fuerteventura, en la playa de Costa Calma, término municipal de Pájara. El suceso ocurrió el 27 de Noviembre sobre las 14:23 horas de este sábado cuando se recibe alerta en el Centro Coordinador de Emergencias y Seguridad informando que una persona se encontraba en apuros mientras se bañaba a escasos 300 metros del puesto de vigilancia. En ese momento como viene ocurriendo desde hace meses, ese puesto estaba vacío, no había ningún socorrista en la playa. Tuvo que ser rescatado por otros bañistas de la zona. La ambulancia, como es lógico, no llegó a tiempo y todos los esfuerzos para reanimarle fueron nulos. Todo esto en presencia de su esposa.
¿Hasta cuándo van a permitir que dure esta situación los responsables de la seguridad en Pájara?
¿Cuántas muertes o desgracias más tendremos que sufrir para que se tomen medidas?
O medidas como pretender que la policía local patrulle las playas y haga el trabajo de los socorristas.
O la de intentar adjudicar lo más rápido posible el servicio a la primera empresa que "pique" aunque para eso haya que rebajar el presupuesto hasta límites indignantes.
Eso son chapuzas y con las vidas humanas no vale la pena hacer chapuzas.
Y no intenten responsabilizar a los profesionales. Ellos han trabajado más de tres meses sin cobrar y sin los medios mínimos para desempeñar su trabajo. Unos se han visto obligados a renunciar a su trabajo para poder conseguir dinero de otra forma, otros no han podido aguantar la presión y han causado baja y otros se han acogido a un derecho tan básico como el de la huelga.
Mientras nuestras playas están vacías, Blas Acosta intenta convencer a la gente de que el ayuntamiento no puede hacer nada (si no puede él ya me dirán quien puede) aprovecha para echarle la culpa a todos menos a él. Primero a la empresa, luego a los trabajadores, luego a los sindicatos, después al juez. Ya sólo le queda culpar a Pedro Armas que está muy ocupado buscando parches para sacar a flote un barco que hace tiempo que se hundió.
¡BASTA YA!
Desde este blog damos nuestras más sinceras condolencias a la familia y esperamos que esta desgracia sea la última y por lo menos sirva para que los responsables de la seguridad en esa playa tengan conciencia de la importancia de nuestro servicio. DEP.
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